Los colores desempeñan un papel importante en la vida de los niños. Influyen en su bienestar, en su desarrollo psicomotor y en los distintos aprendizajes. Más allá del tradicional rosa para las niñas y azul para los niños, ¿qué colores elegir para sus juguetes y juegos favoritos? En este nuevo artículo, analizamos el color de los juguetes infantiles.
La psicología del color es el estudio de cómo los colores afectan al comportamiento, las acciones, los pensamientos y las emociones de las personas. Por ejemplo, algunos colores tienen un efecto relajante, mientras que otros tienen un efecto estimulante. En el caso de los bebés y los niños pequeños, los distintos colores de sus juguetes y de la decoración de su habitación influyen en su desarrollo y bienestar. Conocer el significado de los colores es una ayuda inestimable a la hora de comprar juguetes que se adapten perfectamente al carácter del niño (tímido, ansioso, extrovertido, alegre, etc.).
Es un color que crea tranquilidad, calma y seguridad. Muchos peluches, muñecos de peluche y objetos sensoriales tienen este color. Los juguetes blancos crean un ambiente tranquilo en el entorno de juego. Utilizar el blanco para colorear los juguetes puede hacerlos más atractivos visualmente y atraer su atención o despertar su interés. El blanco despierta y estimula la imaginación y la creatividad. Otra ventaja es que es un color neutro, símbolo de pureza que sienta bien a todo el mundo.
Por otro lado, el blanco puede parecer aburrido en comparación con colores más vivos. Por eso es importante no abusar de él. Es importante combinarlo con otros colores más vivos para crear un equilibrio visual.
El azul se asocia a menudo con la tranquilidad y la serenidad. Los juguetes azules crean una atmósfera tranquilizadora y ayudan a los niños a relajarse. También favorecen la concentración y la capacidad de pensar. Esto es beneficioso para las actividades que requieren una atención sostenida, como los juegos de construcción o los rompecabezas. También es un color tranquilizador. Ayuda a los niños pequeños a sentirse seguros y confiados en su espacio de juego. También ayuda a gestionar las emociones y favorece el sueño. El azul es muy popular entre muchos niños, tanto chicos como chicas.
Por el contrario, el azul se considera a veces un color frío. Sobre todo en juguetes como peluches para bebés y muñecas. Como antes, es importante combinar el azul con colores más cálidos.
Es alegría, vitalidad y energía. Los juguetes amarillos fomentan la creatividad y animan a los más pequeños a ser más imaginativos. Les dan una sensación de confianza y atrevimiento, aportando más diversión y entusiasmo al juego.
Por el contrario, demasiado amarillo puede distraer visualmente y crear inquietud e hiperactividad en bebés y niños pequeños. Al ser un color estimulante, tiene el efecto de distraer a los niños pequeños, especialmente a los que ya tienen dificultades para concentrarse. Por eso es mejor utilizarlo en juguetes de acción.
El negro se asocia a menudo con la elegancia y la modernidad. Los juguetes negros suelen tener un aspecto sofisticado que atrae la atención y estimula el interés. Desarrollan la imaginación de los niños transportándoles a mundos fantásticos y misteriosos. El negro también es sinónimo de autoridad y poder. Los juguetes negros aumentan la confianza cuando los niños pequeños juegan con ellos. Además, hacen aún más atractivos los colores vivos de otros objetos de la zona de juego.
Por otra parte, el negro también es símbolo de tristeza. Esto no siempre favorece el juego alegre. Para los niños pequeños, los juguetes negros son menos atractivos o estimulantes visualmente que los de colores vivos. También pueden parecerles menos acogedores. Por eso es importante utilizarlos con colores más vivos.
Es un color brillante, cálido y enérgico que suele asociarse con la alegría y la vitalidad. Los juguetes de color naranja fomentan la acción, el entusiasmo y la positividad durante el juego. El color naranja también es sinónimo de creatividad. Los juguetes naranjas animan a los niños a explorar su entorno y a pensar con originalidad.
En el lado negativo, este color puede hacer que los niños sean demasiado inquietos. Esto será un inconveniente si el objetivo del juego es mantener la calma y concentrarse en una tarea específica. Este color tampoco es ideal para los juguetes diseñados para promover la relajación y la calma.
Es suave, femenino y tierno. Los juguetes rosas crean un ambiente cálido y acogedor. El rosa es un color con un efecto calmante y tranquilizador. Un juguete de color rosa creará un ambiente de calma y serenidad. Esto es especialmente cierto para los niños pequeños.
En el lado negativo, el rosa se asocia con demasiada frecuencia a estereotipos de género. En particular, la idea de que es un color para niñas. Esto limitará el atractivo de los juguetes rosas para los niños. El uso excesivo de este color también puede hacer que los juguetes parezcan un poco empalagosos.
Es un color vivo y dinámico que evoca vitalidad, energía y entusiasmo. Los juguetes rojos fomentan la actividad física y el movimiento durante el juego. Por ejemplo, con un caballito balancín, un correpasillos para reforzar la motricidad gruesa. Hacen que los niños pequeños quieran moverse, saltar y correr. También es un color que llama la atención. Los juguetes rojos ayudan a mantener a los niños más concentrados en una tarea o actividad determinada.
Por otro lado, demasiado rojo puede hacer que los niños se sientan sobreestimulados, irritables o incluso agresivos. Esto es una desventaja si el objetivo de los padres es ofrecer un juego tranquilo. Por tanto, el rojo no es el color más tranquilizador para los juegos y actividades destinados a promover la relajación y la calma.
Simboliza la armonía, el equilibrio y la naturaleza. Los juguetes verdes crean una atmósfera calmante y relajante. El color verde también evoca tranquilidad y serenidad, propicias para la concentración. Naturalmente presente en la naturaleza, anima a los niños a explorar y apreciar el mundo que les rodea.
Para los bebés menores de 2 años, son preferibles los colores suaves y relajantes, como el azul claro, el rosa y el amarillo pálido. Y evita los colores vivos que podrían ser demasiado estimulantes. A los niños mayores, puedes darles juguetes de colores más vivos, como el rojo, el azul o el amarillo chillón. Para niños aún mayores, los colores más suaves son interesantes porque aumentan su capacidad de atención.
Los padres deben fijarse en los colores que prefiere su hijo pequeño para su ropa y los objetos de su entorno. Y, en la medida de lo posible, hacerles participar en la elección de los colores de los juguetes, si tienen edad para opinar. Esto también reforzará su compromiso y apego al juguete.
Los padres y cuidadores deben ofrecer a los niños juguetes con diversas combinaciones de colores para estimular su interés visual. Deben evitar elegir demasiados modelos de un solo color. Los colores brillantes pueden sobreestimular a los niños. O, al contrario, demasiados tonos pastel, ya que no se estimularán lo suficiente. Por tanto, es deseable un buen equilibrio multicolor.
Para los juguetes sensoriales, como las alfombras de juego y los sonajeros, colores como el blanco y el negro pueden resultar interesantes para los niños pequeños. Para los juguetes que estimulan la imaginación, como los de construcción, los bloques de madera y los cubos (a ser posible de tipo Montessori), son beneficiosos los colores cálidos y variados. Si el objetivo del juego es el aprendizaje, puedes elegir colores acordes con el tema. Por ejemplo, verde para los juguetes educativos sobre la naturaleza, rojo para las actividades motrices, etc.
Los niños pequeños también pueden jugar con objetos rosas. Y las niñas pueden jugar con el azul. Evidentemente, el rosa y el azul no son los más adecuados. Es mejor optar por colores unisex como el amarillo, el verde o el blanco.
Si el juguete se va a utilizar en una habitación colorida, es importante elegir colores que combinen con el entorno, para evitar la sobrecarga visual. Si el juguete se va a utilizar en el exterior, se pueden tener en cuenta los colores del paisaje circundante. Los tonos verdes y marrones son especialmente apropiados.
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