El juego es una forma muy interesante de que los niños exploren el mundo que les rodea, desarrollen habilidades y aprendan a relacionarse con los demás. Entre los distintos tipos de juego que existen, está el juego libre. ¿Cuáles son sus beneficios para los bebés y los niños pequeños? ¿Cómo puede fomentarse? Te hablamos del juego libre para niños.
El juego libre también se conoce como juego sin restricciones, juego abierto, juego espontáneo, juego no estructurado y juego autónomo. Se trata de un tipo de juego en el que los niños son completamente libres de elegir con qué juegan, con qué juguetes u objetos juegan, cómo juegan y con quién juegan, ya sea solos o con otros niños. En el juego libre, deciden, eligen y organizan sus actividades con total libertad de elección, según sus preferencias, deseos e intereses. A los niños pequeños no se les imponen restricciones porque no hay reglas fijas ni objetivos que alcanzar. Por tanto, no hay formas correctas o incorrectas de jugar.
Por ejemplo, construir con bloques o cubos de madera para desarrollar la motricidad fina. Jugar con muñecas, figuritas y coches de juguete. También se trata de imaginar historias con juegos de imitación como los mercaderes y los disfraces. Y también consiste en dibujar o simplemente explorar su espacio vital con un correpasillos, un carrito de paseo. Las posibilidades son infinitas para los niños. A partir de los seis meses, los bebés pueden jugar libremente y con seguridad, siempre bajo la supervisión de un adulto responsable. La actividad puede desarrollarse en el interior o en el exterior.
El juego independiente desarrolla enormemente la imaginación y la creatividad. Cada vez que los niños juegan libremente, utilizan sus juguetes y objetos de forma diferente. Aprenden más cosas. Inventan mundos imaginarios, se convierten en princesas, superhéroes y aventureros. Esto refuerza su capacidad de pensar de forma creativa.
Éste es uno de sus principales beneficios. Cuando los niños inventan su propio juego, son libres de tomar sus propias decisiones. Esto refuerza su capacidad de ser independientes. También aprenden a depender menos de los adultos que se ocupan de ellos. Al final, les resultará menos difícil divertirse solos. Esta adquisición de independencia en los niños pequeños es un paso importante, ya que tendrá repercusiones beneficiosas en su vida futura.
Al jugar sin reglas constreñidas, los niños pueden probar todo tipo de cosas. Al decidir libremente, toman más iniciativas personales. También se arriesgan más. Esto es especialmente cierto fuera de casa, donde es más probable que se muevan, corran, salten o trepen. Esta mayor asunción de riesgos les permite aprender más sobre sus propias capacidades, y así aumentar su confianza.
Al hacer las cosas por su cuenta, los niños pequeños encuentran sus propias soluciones. De este modo, aprenden a reaccionar ante distintas situaciones y a superarlas.
Jugando juntos, aprenden a cooperar, compartir, negociar y resolver conflictos. También aprenden a hacerse valer dentro de un grupo y a controlar sus emociones. Aprenden mucho unos de otros, de sus hermanos y de sus amigos. Otra ventaja es que pueden jugar independientemente de los adultos o de sus padres.
Al jugar libremente, los bebés y los niños pequeños refuerzan su curiosidad natural. Exploran mucho más su propio espacio vital. Esto les ayuda a comprender el mundo que les rodea. El juego libre da a los niños pequeños total libertad para gestionar su tiempo. Aprenden a organizar mejor sus actividades. Esto es beneficioso para su desarrollo cognitivo.
En primer lugar, es esencial crear un espacio de juego sano, seguro y cómodo que fomente el juego libre. Proporcionando juguetes y juegos sencillos, educativos, creativos, abiertos y variados, como los juguetes Montessori. Como bloques de construcción, muñecas y disfraces para bebés. Estos modelos no necesitan instrucciones ni objetivos que alcanzar. Se pueden utilizar de muchas maneras diferentes.
También es buena idea vigilar de cerca los juguetes gratuitos que gustan a los niños pequeños, para poder satisfacerlos al máximo. Si les interesan los juegos de imitación, como los mercadillos, puedes inventar historias con ellos. También puedes comprarles objetos adicionales, como disfraces y nuevos accesorios, para aumentar su implicación e interés.
Los niños necesitan tiempo suficiente para crear e inventar juegos cuando juegan libremente. También necesitan tiempo para desarrollar sus juegos, explorarlos a su manera y ponerles fin por sí mismos.
No sobrecargue siempre el horario del niño, déle la oportunidad de tener tiempo para no hacer nada, para aburrirse. Deben tener periodos sin actividades planificadas, no dirigidas. Esto potencia su creatividad.
Cuando esté jugando solo con su juguete. Esto puede distraerle, hacerle perder el hilo de su historia y, en definitiva, limitar su creatividad. Por otro lado, si el niño pide al adulto que participe, éste debe acceder a hacerlo lo antes posible.
No obstante, es posible participar en el juego del niño de forma no intrusiva. Mostrándole que te interesa lo que hace y que su juego es importante. Haciéndole preguntas, sugerencias, orientándole sobre cómo hacer las cosas. Esta presencia benevolente les animará a hacerlo bien.
Por último, también es importante fomentar el juego al aire libre siempre que sea posible. Ya sea en la calle, en un parque o en un jardín. La naturaleza es un campo de juego ilimitado para la exploración y el aprendizaje. El aire libre es una experiencia nueva que fomenta enormemente el juego libre. Los niños pequeños tienen más espacio y acceso a una gran variedad de cosas, objetos, materiales y animales por descubrir. Es importante que se diviertan de vez en cuando sin sus juguetes infantiles, si queremos que se desarrollen y crezcan adecuadamente.
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