Tras haber caído en desuso hace unos años, los juguetes de madera vuelven a ser muy apreciados por los padres. Balancines, correpasillos, juegos de construcción, educativos, de imitación, rompecabezas, figuritas… Son muy apreciados por sus beneficios para el desarrollo, la motricidad y la imaginación de los niños pequeños. Por desgracia, no todos los juguetes de madera son de buena calidad. Estos son los criterios que hay que comprobar antes de comprar un juego o un juguete de madera.
Es un material natural, reciclable, biodegradable y duradero. Es saludable, seguro y ecológico. Es esta calidad de madera en bruto la que hay que privilegiar a toda costa cuando se regalan juguetes a un niño. Los juegos y juguetes de madera natural tienen una gran durabilidad. Se transmiten fácilmente entre los hermanos o de una generación a otra. Prueba de ello es que aún hoy en día encontramos caballitos balancines tradicionales que pertenecieron a nuestros abuelos y que siguen en perfecto estado de funcionamiento.
Es un segundo tipo de madera interesante para la fabricación de juegos y juguetes para niños. La utilizamos para fabricar la pieza principal de todos nuestros juguetes balancines, nuestros correpasillos y nuestras bicicletas sin pedales de dos ruedas. La empleamos porque las piezas con formas complejas no se pueden fabricar con madera maciza.
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Es un tercer tipo muy frecuente. Nosotros no lo utilizamos. De hecho, la madera aglomerada puede suponer un peligro para la salud y el medio ambiente. Sus cualidades son inferiores a las de los dos tipos anteriores. En nuestra opinión, hay que evitar a toda costa comprar juguetes fabricados con madera aglomerada. Cabe señalar que la normativa europea no obliga a las marcas y a los fabricantes a indicar el tipo de madera que utilizan. Por lo tanto, hay que estar especialmente atento al comprar.
Hay que dar prioridad a los de haya. Es una madera agradable a la vista, con formas bonitas, de color marrón claro y con un veteado fino y regular. Es muy resistente a los golpes. No contiene taninos y posee interesantes propiedades bactericidas. La haya se utiliza a menudo en los juguetes fabricados en Francia. De hecho, está muy presente en nuestros bosques franceses. Por todas estas razones, es especialmente adecuada para la fabricación de piezas de madera. La utilizamos en todos nuestros juguetes. Para un confort óptimo del niño.
Se utilizan otras variedades para la fabricación de juguetes. Las más frecuentes son el abedul, el pino, el bambú y el caucho. El abedul tiene cualidades similares a las del haya. Se utiliza preferentemente en los países del norte y el este de Europa, ya que es muy abundante en los bosques de estas regiones. El pino, por su parte, se utiliza mucho en los juguetes fabricados en Francia, ya que es muy abundante en nuestros bosques. Sin embargo, sus cualidades mecánicas y estéticas son muy inferiores a las de la haya. Es una madera más blanda y más económica. Los juguetes de bambú y caucho, por su parte, son sinónimo de fabricación en los países asiáticos en vías de desarrollo. En nuestra opinión, no son la mejor opción, ya que tienen una huella de carbono negativa.
Es importante tener en cuenta la información relativa a la variedad de madera antes de regalar un juguete, ya que puede dar una indicación sobre el lugar y el origen de fabricación. Como se ha mencionado anteriormente, la normativa no obliga a las marcas comerciales a indicar la variedad que utilizan.
También hay que dar prioridad a los juguetes para bebés y niños que contengan madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible. El objetivo es luchar contra el empobrecimiento de la biodiversidad, la deforestación y el agotamiento de los recursos naturales. Para ello, dos etiquetas ecológicas, PEFC y FSC, son referencia mundial. Garantizan que la madera no procede de bosques explotados ilegalmente. A la vista de las últimas cifras sobre deforestación, se debería fomentar en gran medida la compra de juguetes de madera FSC o PEFC. Nuestros correpasillos, balancines y bicicletas sin pedales cuentan con la etiqueta ecológica PEFC.
Hay que comprar juguetes protegidos con barnices transparentes. Estos permiten evaluar la calidad de la madera. Las pinturas opacas no lo permiten, evidentemente. Un fabricante utilizará barnices transparentes en un juguete de madera maciza y multicapa. En cambio, en un objeto de aglomerado, el fabricante aplicará pinturas y colores opacos para ocultar la mala calidad de su producto.
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Los padres deben dar prioridad a los juguetes ecológicos, responsables y respetuosos con la salud del niño y el medio ambiente. Desde su diseño hasta su fabricación y uso. Es preferible elegir los fabricados localmente. Y también los juguetes éticos. Más allá de sus cualidades en materia de estimulación, motricidad y creatividad, hoy en día es importante comprar productos y juguetes responsables. Como los de la metodología Montessori.
Por supuesto, también hay que comprar juguetes que cumplan perfectamente con la norma EN71. Deben llevar el logotipo CE de conformidad europea. Esta marca debe ser claramente visible. Significa que cumplen con la normativa. Que son seguros durante las actividades de los niños. Si no está presente, no se deben regalar. Significa que no cumplen con la normativa. O que no se trata de un juguete, sino de un objeto decorativo. La DGCCRF encuentra cada año numerosos juguetes que no cumplen con la normativa.
Los juguetes de madera atraen cada vez más a los consumidores debido a sus numerosas cualidades. Son ecológicos, saludables, tienen un gran valor educativo y estimulan el juego y la creatividad. En nuestra opinión, no hay que dudar en comprarlos. Gracias a este artículo, ahora podrá tomar las mejores decisiones. Para regalos que durarán toda la vida.
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