2. ¿Qué criterios hay que tener en cuenta a la hora de elegir una alfombra de juegos?

Debe proporcionar la máxima comodidad

La alfombra de juegos debe ser firme y lo suficientemente gruesa como para evitar el contacto con el suelo frío. Debe amortiguar adecuadamente las caídas. El niño debe estar lo más cómodo posible. Por el contrario, si es demasiado gruesa, le impedirá apoyarse bien y dificultará sus movimientos.

Las dimensiones no deben ser demasiado pequeñas

Para que el bebé pueda rodar lo suficiente sin caer al suelo (como mínimo un metro de lado). Por ejemplo, cuando se pone boca abajo. Algunas alfombras de juego tienen bordes para evitar que esto suceda. También hay que tener en cuenta que, desde su nacimiento hasta su primer año de vida, el bebé crece mucho y evoluciona. Empieza a sentarse, a gatear, a ponerse a cuatro patas. De hecho, pronto necesitará más espacio.

La alfombra debe ofrecer suficientes accesorios

Hay modelos con sonajeros, componentes musicales, cubos, pelotas, personajes, elementos giratorios, un espejo. Al igual que la tienda tipi para niños, la alfombra de actividades puede formar parte de los juegos y juguetes que contribuyen en gran medida a la decoración de una habitación infantil.

La alfombra también debe ofrecer al niño la posibilidad de manipular varios materiales con diferentes texturas. Suaves, rugosos, lisos, abultados, blandos, duros. Los colores deben ser muy variados y, preferiblemente, vivos, para estimularlo aún más.

La alfombra debe ofrecer diferentes actividades. Para que los niños puedan agarrar, manipular los elementos, rascarlos, levantarlos, separarlos. Para desarrollar al máximo su despertar. Y también para permitirles observar, mirarse en un espejo, chupar objetos, escuchar sonidos. También se pueden integrar diferentes zonas de juego que estimulen su curiosidad.

¿Alfombra con arco?

Existen numerosos productos que disponen de un arco que sirve de soporte para diferentes juguetes multiactividades. La presencia de un arco es interesante porque constituye una actividad adicional que ofrece la alfombra. Los niños, tumbados boca arriba, agarran los objetos que se les ofrecen. Sin embargo, es importante comprobar que el arco se desmonta fácilmente para no estimular al bebé de forma permanente.

La alfombra debe ser lavable

Es un aspecto práctico bastante importante. Los bebés regurgitan con frecuencia a esta edad. Dependiendo del material, las condiciones de lavado serán, evidentemente, diferentes. A máquina a 30 °C, a 60 °C o con una esponja.

Debe ser transportable

Es una ventaja adicional que se pueda transportar fácilmente en una bolsa. Esto permite que los bebés permanezcan en un entorno familiar durante las vacaciones o en casa de los abuelos. Existen numerosas alfombras de juego plegables con asa o que se venden con una bolsa de almacenamiento.

La alfombra de juego debe cumplir con la normativa

Por supuesto, hay que asegurarse a toda costa de que el modelo cumpla con la norma de seguridad EN71. Que tenga el logotipo CE. También hay que comprobar bien la edad a partir de la cual el bebé puede utilizarlo. No todos se pueden utilizar desde el nacimiento. Además, nunca hay que olvidar que el niño pequeño en su alfombra debe estar siempre bajo la supervisión de un adulto.