Los andadores para bebés siguen siendo comprados regularmente por los padres. ¿A qué edad se le puede regalar un andador a un bebé? ¿Cuáles son sus beneficios para el desarrollo del niño? ¿Para el aprendizaje de caminar? ¿Cuáles son las precauciones de uso? Respondemos a estas diferentes preguntas.
Es un objeto con ruedas o ruedecillas más o menos evolutivo que permite a un niño que aún no sabe andar dar sus primeros pasos. De este modo, puede desplazarse y pasear en posición erguida. El andador para bebés está equipado con un armazón y un asiento ergonómico. Este último está provisto de un arnés ajustable en altura capaz de sostener el cuerpo y las piernas del niño. El asiento suele ser totalmente desmontable y lavable. Para explorar su entorno, el niño se pone de pie, empuja el suelo y camina con total autonomía. El andador se confunde a menudo con dos juguetes: el correpasillos y el carrito andador. El andador no es un juguete, es un artículo de puericultura.
El andador se suele regalar a los niños pequeños, a partir de los 8 o 9 meses. Los niños pequeños lo utilizan en cuanto aprenden a sentarse solos. Sin riesgo de caerse hacia los lados o hacia atrás. Es importante no ofrecérselo antes. De hecho, no tienen las habilidades motoras suficientes para aprender a caminar. Lo utilizarán hasta que caminen de pie con total autonomía. Por lo general, esto ocurre alrededor de los 15 meses.
Aceleran el descubrimiento del entorno vital de los niños. De este modo, experimentan una mayor autonomía en sus desplazamientos. Sin embargo, los andadores para bebés no aceleran su capacidad para caminar de pie. El aprendizaje de la marcha es, en efecto, un proceso largo que se adquiere paso a paso. El andador es un producto inútil, incluso peligroso, para muchos especialistas en primera infancia, como los pediatras.
Con los andadores equipados con una tableta multiactividad, los bebés refuerzan sus facultades visuales, auditivas y manuales. El modelo también cuenta con diferentes elementos sonoros, luminosos y manipulables. Esto estimulará su desarrollo y fomentará el juego.
Pueden tener «las manos libres» y realizar sus tareas diarias en casa mientras los bebés están dentro. Este es un argumento que se suele esgrimir a la hora de comprarlos.
Debido a los accidentes que pueden provocar, los andadores infantiles deben utilizarse correctamente. Para garantizar la seguridad, los niños deben apoyar los dos pies completamente en el suelo. No es suficiente con que solo la punta de los pies toque el suelo. De lo contrario, tendrán dificultades para desplazarse. Deben levantarse del cojín y mantenerse de pie sobre sus dos piernas para avanzar. También se recomienda no utilizar estos productos más de una hora al día. Es importante respetar estos criterios.
El ajuste del asiento de los modelos también es muy importante para evitar caídas. Si el arnés está colocado demasiado bajo, el bebé corre el riesgo de pasar por encima y caerse. Si está demasiado alto, no estará en contacto con el suelo. No podrá desplazarse. Para evitar resbalones, también se recomienda ponerle calcetines o zapatillas antideslizantes.
Como ya se ha mencionado, el andador infantil es una fuente de accidentes corporales. Por lo tanto, siempre debe haber un adulto presente para supervisar a un niño pequeño que juegue con este producto. Nunca debe utilizarse en superficies irregulares, inclinadas o con obstáculos. Otros criterios de uso: el andador nunca debe utilizarse demasiado cerca de escaleras, salvo que haya una barrera plegable, ni en zonas peligrosas, como los alrededores de una piscina, ni demasiado cerca de fuentes de calor (horno, chimenea). La posición vertical del niño pone a su alcance muchos objetos peligrosos.
Hay diferentes juguetes que pueden sustituirlo de forma agradable para estimular el desarrollo motor. Los correpasillos y los carritos para caminar mejoran la motricidad y la coordinación de los movimientos del bebé. Los juguetes balancines estimulan el sentido del equilibrio. Estos diferentes juguetes que ayudan a caminar son interesantes. Durante el aprendizaje de la marcha, se respetarán plenamente las diferentes etapas del desarrollo psicomotor. Gatear, sentarse, incorporarse y ponerse de pie son habilidades que deben adquirirse a toda costa. Por lo tanto, no sirve de nada querer que el bebé aprenda a caminar más rápido.
Para las personas que quieren tener las manos libres, existen otros dos objetos. El fular portabebés y el parque son dos excelentes alternativas.
209 euros
219 euros
Hay muchos modelos interesantes que pueden sustituir al andador para bebés. Como la compra de balancines y correpasillos para niños. Con estos juegos, los niños estarán más seguros y se divertirán más. Las ventajas de estos juguetes para el aprendizaje de los bebés a caminar están más que demostradas. Y las etapas necesarias para su desarrollo se respetarán mejor, con total seguridad.
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