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Andadores bebé: ¿qué hay que pensar?

Andadores bebé: ¿qué hay que pensar?

Un andador es un artículo de puericultura que muchos padres compran. Piensan que ayudará a sus hijos a andar más rápido. En realidad, no es así. Los andadores tienen sus inconvenientes, que debes conocer. Aquí te los contamos todos.

1. Aprender a andar

Caminar erguido es una etapa importante. Generalmente tiene lugar entre los 12 y los 18 meses. Antes de poder andar, los bebés aprenden de forma natural diferentes movimientos y descubren distintas situaciones. Por ejemplo, darse la vuelta. Sentarse en un asiento, gatear, ponerse de pie con apoyo. Y mantener el equilibrio sobre dos pies. Desequilibrarse y volver a equilibrarse. Y, por último, dar los primeros pasos. Esto ayuda a reforzar la motricidad gruesa del niño. También les ayuda a pasar por varias fases motrices.

Así que no tiene sentido enseñarles a andar demasiado pronto. Si el pequeño aún no sabe hacerlo, es simplemente porque aún no ha adquirido los distintos elementos.

un bebé que camina erguido

2. ¿Qué es un andador?

Un andador es un artículo de puericultura compuesto por un armazón con pequeñas ruedas o ruedecillas y un arnés ajustable suspendido del asiento. Sujeta el cuerpo y las piernas del bebé. El bebé puede desplazarse en posición vertical. Está diseñado para bebés que pueden sentarse solos. Generalmente alrededor de los 8 o 9 meses. No debe ofrecerse demasiado pronto. Lo utilizarán hasta que puedan caminar erguidos de forma completamente independiente.

Los andadores permiten a los niños pequeños explorar su entorno de forma independiente. Les permiten moverse con más libertad y descubrir nuevos espacios. Esto les ayuda a desarrollar su curiosidad e interés por explorar el mundo que les rodea. Los andadores no son juguetes. Los padres suelen confundir los andadores con los portabebés y los cochecitos. Estos tres andadores están diseñados para niños de diferentes edades y capacidades.

3. Las desventajas del andador

El niño no experimenta determinados movimientos

El niño no puede estar en las distintas situaciones descritas anteriormente. Suspendido en un andador, se encuentra prematuramente en posición vertical. Sobrecarga menos los músculos. Además, los niños pequeños suelen utilizar las puntas de los pies para apoyarse. Tampoco exploran ciertos movimientos de coordinación de brazos y piernas. Tampoco ponen a prueba su equilibrio. De hecho, esta situación de pie no es muy adecuada para caminar.

Los andadores no aportan ningún beneficio psicomotor

Los profesionales de la primera infancia, incluidos psicomotricistas, pediatras y fisioterapeutas, coinciden en que los andadores no aportan ningún beneficio en términos de desarrollo psicomotor. No aceleran la adquisición de la marcha. Es más, según los resultados de varios estudios, tienden a retrasar la marcha. Un retraso de algunas semanas en el aprendizaje de la marcha, que afortunadamente no tiene consecuencias para el niño.

Los andadores son fuente de accidentes

Una de las causas más frecuentes son las caídas por las escaleras. Los niños pequeños llegan al borde y se caen. La zona de juegos no es lo bastante segura. Por ejemplo, con una barrera de seguridad desmontable. El vuelco de un andador es la segunda causa de caídas. Esto se debe a que el niño pequeño no ha pasado por todas las etapas de su desarrollo. Gatear, arrastrarse, ponerse de pie. A la menor dificultad, pueden perder el equilibrio y caerse hacia delante. Esto también puede deberse a un suelo irregular con una alfombrilla o un pequeño escalón.

Hay muchas otras causas de accidentes. Por ejemplo, al intentar coger objetos que se han caído al suelo. Los bebés también pueden golpearse la cabeza contra muebles o mesas. Esto ocurre porque no siempre controlan su velocidad o trayectoria. O porque se les cae un objeto sobre un mueble.

Los andadores también son una fuente de accidentes en el hogar porque permiten una mayor libertad de movimientos. Al explorar lugares potencialmente peligrosos, sobre todo la cocina. Los niños pequeños son propensos a engañar la vigilancia de los adultos responsables de supervisarlos. Ponerse de pie puede provocarles quemaduras e intoxicaciones. Es más probable que recojan cosas peligrosas que antes eran inaccesibles. Cosas como mesas y muebles. Sus cabezas están a la altura de muchas más superficies. También pueden poner las manos en el cristal caliente de un horno o estufa.

Es controvertido

El uso de andadores suele ser controvertido. En opinión de muchos pediatras y especialistas en primera infancia, son innecesarios y deben evitarse a toda costa. De hecho, se ha prohibido la venta de andadores en algunos países, entre ellos Canadá (desde 2004). La Alianza Europea para la Seguridad Infantil también lleva muchos años pidiendo que se prohíban en la Unión Europea.

4. Alternativas a los andadores

Existen muchas alternativas interesantes a los andadores. Entre ellas están los balancines, los correpasillos y los carritos andadores. Con estos juguetes, los niños estarán más seguros y se divertirán más. Los beneficios de estos juguetes para el aprendizaje de los bebés están sobradamente demostrados. Y se respetarán mejor las etapas necesarias para su desarrollo, con total seguridad.

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