Cama cabaña para niños: ¿A qué edad hay que regalarla? ¿Qué ventajas tiene?
Las camas cabaña infantiles son cada vez más habituales en las habitaciones de los niños. Los padres las compran porque proporcionan un espacio de juego original que estimula el desarrollo de sus hijos. ¿A qué edad se puede regalar una cama cabaña a un niño pequeño? ¿Qué beneficios aporta? Hablaremos de ello a continuación.
Es una cama infantil rematada por una estructura rígida en forma de cabañita, tipi indio o casita. Los laterales de la cama pueden cerrarse con una tienda de campaña o con tablones de madera. Se fabrican principalmente con madera maciza, como pino, abeto y haya.
Hay una enorme variedad de camas cabaña infantiles disponibles en jugueterías y tiendas online. Modelos con la base y el colchón en contacto con el suelo, o incluso muy cerca de él. Las que tienen entre 10 y 20 centímetros de altura (con opción de cajón). Las que tienen entre 50 y 70 centímetros de altura (camas cabaña de altura media). O las que están entre 1,50 y 1,80 metros más altas (literas entresuelo), a las que se accede por una pequeña escalera o escalerilla. También hay camas cabaña evolutivas con barreras o accesorios divertidos, como un tobogán, un túnel o una cuerda para columpiarse.
La edad a la que un niño puede dormir en una cama cabaña depende de la altura del modelo con respecto al suelo. Además de la altura de la cama, también es importante tener en cuenta la psicomotricidad de cada niño.
A los bebés, niños y niñas, a partir de 2 años, se les puede ofrecer una cama cabaña a ras de suelo. A menudo denominada cama cabaña Montessori, su principal ventaja es que permite a los niños pequeños acostarse y levantarse solos. El descubrimiento de la autonomía es uno de los principales objetivos del aprendizaje Montessori. Las camas cabaña que están cerca del suelo también tranquilizan a los padres preocupados por posibles caídas durante la noche.
Los modelos con una altura del suelo de 10 a 20 centímetros son adecuados para niños de 3 años. Las camas cabaña de media altura y las camas mezzanine no deben utilizarse antes de los 5 o 6 años. Los niños pequeños deben ser capaces de subirse a ellas solos, utilizando una escalera, con total seguridad, sin riesgo de caerse.
Es una solución interesante para facilitar el paso de la cuna a la cama mas grande. Una cama grande puede resultar abrumadora para algunos niños. Elegir una cama tienda marca un cambio menos brusco en el desarrollo del niño. Su sensación tranquilizadora de capullo le ayudará. Además, para seguir los pasos de los mayores, estarán encantados de cambiar su cuna por una cama cabaña, una cama grande.
Al igual que las cabañas de interior y los tipis, una cama cabaña o una tienda-cama es un espacio de juego que pertenece al niño pequeño, separado del resto de la casa. En este entorno, se retiran del mundo de los mayores, de sus padres y hermanos, poniendo distancia y protegiéndose de sus miradas. Dentro, puede divertirse, imaginar historias, soñar y vivir aventuras. También podrán leer sus libros, echarse la siesta durante el día y, por supuesto, dormir por la noche. Los bebés y los niños pequeños pueden decorarla a su manera, escondiendo sus objetos y juguetes favoritos, como peluches y muñecas.
Es un nido acogedor en el que su hijo pequeño se sentirá cómodo y a gusto. Estará al abrigo de los ruidos exteriores. Es un espacio seguro, una casita que les tranquiliza y calma, de día y de noche. Sobre todo a la hora de dormir, cuando a muchos niños pequeños les angustia conciliar el sueño.
La cama cabaña también es una gran ayuda para los padres a la hora de acostar a sus hijos. Es una cama infantil que facilita la hora de acostarse, porque tiene un aspecto más atractivo. Muchos niños son aprensivos y lo pasan mal a la hora de acostarse. Las rabietas y los llantos para dormirse son habituales. Todo esto puede reducirse haciendo que la hora de acostarse sea más divertida. Cuando se despierten por la mañana, los niños se quedarán más tiempo en la cama para divertirse. Dejarán tranquilos a sus padres, que podrán disfrutar más de la cama. Ten en cuenta, sin embargo, que los niños tendrán la tentación de no quedarse en la cama y levantarse cuando llegue la hora de dormir. Existe el riesgo de que lleguen al salón o al dormitorio de los padres todas las noches, sobre todo al principio.
Es una cama que permite a los niños ser más independientes. Esto es especialmente cierto en los modelos a ras de suelo, como la cabaña de madera Montessori, donde el niño se mete y se saca de la cama por sí solo. Esta independencia proporciona al niño una mayor confianza en sí mismo. Si se despiertan temprano por la mañana, no tendrán que llamar a sus padres. Pueden quedarse en la cama para leer o jugar, o levantarse solos. Si se sienten cansados, también pueden irse a descansar solos.
Es una zona de juegos que permite a los niños pequeños estimular su creatividad e imaginación durante todo el día. Mientras juegan dentro, pueden imaginar historias y vivir aventuras extraordinarias protagonizadas por piratas, aventureros, indios, vaqueros y princesas. A los niños les encanta jugar en tipis y otras cabañas.
Esta cabaña infantil es fácil de personalizar con luces de cuerda, banderines, cojines del color de la habitación y otros juguetes de madera natural.
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