Comprar un juguete barato: ¿buena o mala idea?

1. Juguetes baratos: ¿qué calidad?

Los juguetes baratos suelen estar fabricados con materiales de escasa calidad estética y mecánica. Plástico o aglomerado, por ejemplo. Suelen ser más frágiles, desgastarse con más facilidad y romperse más rápidamente que sus homólogos de calidad. La madera maciza, por ejemplo. Y antes de romperse, tampoco siempre funcionan correctamente. Todos estos factores repercuten negativamente en la experiencia de juego y el bienestar de los niños. Incluso provocan frustración e irritación por su parte.

2. Juguetes baratos: ¿son duraderos?

Son menos duraderos que sus homólogos con materiales de calidad. Esto se debe a varias razones. Como ya hemos dicho, son menos resistentes. Su fabricación también puede implicar el uso de recursos no renovables, como el petróleo con el que se fabrican los plásticos. Se guardan y conservan peor. Es menos probable que los padres quieran pasar un caballito de balancín, un correpasillos o un rompecabezas de aglomerado a otros hermanos, o incluso a generaciones futuras. Esta menor vida útil también significa que habrá que sustituir estos juguetes de primer precio. Si los padres quieren que su hijo pequeño siga divirtiéndose y aprendiendo.

3. ¿Cuáles son los riesgos para los niños?

Debido a la mala calidad de los materiales utilizados, estos juguetes de aprendizaje temprano más frágiles pueden lesionar a los bebés y niños pequeños cuando juegan con ellos. Por ejemplo, las piezas pequeñas rotas suponen un peligro de asfixia si se las llevan a la boca. O juguetes que contienen materiales tóxicos, como pintura con plomo, que pueden ser perjudiciales para su salud. Los padres se verán obligados a retirar todos los juguetes dañados, lo que puede provocar frustración entre los niños pequeños.

Estos juguetes de aprendizaje precoz no siempre cumplen las normas de seguridad vigentes en Francia y Europa (EN 71, REACH, marcado CE). Un gran número de juguetes de exterior, juegos de imitación, juegos de construcción, juegos de mesa, sonajeros, instrumentos musicales y coches en miniatura no cumplen las normas cada año en Francia. De hecho, simplemente no deberían encontrarse en ninguna juguetería. Es más, representan un gran peligro para los niños pequeños. Cuando el objetivo primordial debe ser que se diviertan con total seguridad, para que puedan crecer adecuadamente.

4. ¿Qué impacto tienen los juguetes en el medio ambiente?

Como ya se ha dicho, los juguetes infantiles de baja calidad suelen estar fabricados con materiales poco duraderos. Contribuyen a agotar aún más los recursos naturales. Este impacto medioambiental negativo es especialmente visible en términos de deforestación y contaminación del agua. Su menor durabilidad aumenta la cantidad de residuos. Y la mayor parte no puede reciclarse. A esto se añade el hecho de que se fabrican principalmente en el extranjero, en países de bajo coste situados en el otro extremo del planeta. Transportarlos aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que a su vez agrava el cambio climático. Suelen ser el tipo de objetos que se venden a precios ridículamente bajos durante el Black Friday.

5. ¿Qué valor educativo?

Los juegos y juguetes baratos tienen un valor educativo y lúdico limitado. No estimulan la imaginación y la creatividad tanto como los juguetes de mejor calidad. Bien porque están rotos o son demasiado sencillos. O porque proporcionan menos interacción al niño. Es más probable que los niños pequeños se aburran más rápidamente jugando con ellos. Y se alejen de ellos en favor de otros juguetes más interesantes y mejores desde el punto de vista educativo.

6. ¿Cuáles son los costes de compra a largo plazo?

Como ya hemos dicho, los juguetes y juegos baratos suelen ser menos duraderos. Esto significa que habrá que sustituirlos con más frecuencia, lo que inevitablemente generará costes adicionales. También habrá que tener en cuenta los gastos imprevistos para reparar o sustituir piezas rotas o desgastadas. Pero sólo si el fabricante permite la compra de piezas de repuesto. En realidad, esto rara vez ocurre, sobre todo en el caso de los juguetes de plástico.

Al final, comprar un juguete de gama baja puede salir más caro que comprar uno de mejor calidad. Esto es aún más cierto si nos fijamos en el coste de uso. Un juguete de motricidad, una imitación de juguete o una muñeca que cueste 75 euros y sea de una calidad que se utilizará durante tres años cuesta menos que uno comprado por 50 euros que sólo se utilizará durante un año. Respectivamente, 25 euros y 50 euros al año. Comprar juguetes de calidad para bebés y niños se amortiza con muchos años de uso.