Los correpasillos y carritos andadores para bebés están muy presentes actualmente en el mundo de los juegos para niños pequeños. Son uno de los juguetes imprescindibles que los padres compran sin dudarlo. ¿A qué edad se los puede regalar? ¿Qué efectos tienen en el desarrollo psicomotor del niño? Aquí te hablamos del correpasillos y del carrito andador.
Es un juguete con ruedas pequeñas o ruedecillas muy interesante para el niño. Sentado en su asiento, se desplaza libremente empujando el suelo con los dos pies. Se dirige mediante un manillar o un volante. El correpasillos es hoy en día un juego imprescindible para el desarrollo de los niños.
El correpasillos es un juguete diseñado para niños capaces de subirse y bajarse de él de forma autónoma. Deben caminar con seguridad. Por lo general, entre los 12 y los 15 meses podrán jugar plenamente y con total seguridad con un correpasillos. A partir de los 12 meses, los bebés suelen tener suficiente fuerza muscular y equilibrio para sentarse y desplazarse con él. Lo dejarán de usar hacia los cuatro o cinco años para interesarse por otras actividades y juguetes, como bicicletas sin pedales de dos ruedas, triciclos y bicicletas.
Los fabricantes de juguetes ofrecen una gran variedad de modelos. Correpasillos de madera, plástico, metal. En nuestra opinión, los correpasillos de madera son los más recomendables, debido a sus cualidades ecológicas. Tienen formas, colores y temas muy variados. Hay animales y personajes, pequeños vehículos, como tractores, motos, aviones, coches y scooters. Están equipados con 3 o 4 ruedas pequeñas o ruedas giratorias. Son más o menos evolutivos. Por lo tanto, los criterios de compra de un correpasillos son numerosos para los padres.
279 euros
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Permite a los bebés, tanto niños como niñas, mantenerse de pie, empujarlo y pasear con total libertad. Es un objeto con ruedas o ruedecillas pequeñas y un soporte fijo en la parte trasera.
Hay muchos modelos diferentes en las tiendas. Son principalmente de madera o plástico. Tienen formas y colores muy variados. Por ejemplo, cocina, carrito de la compra, pequeño banco de trabajo. Algunos modelos también tienen un pequeño cofre para guardar y transportar peluches y otros juguetes. Otros tienen accesorios para manipular, como cubos o laberintos. El carrito para bebés también se asocia frecuentemente con el correpasillos. La parte trasera de este último, provista de un arco desmontable, permite utilizarlo empujándolo. Los criterios de elección también son numerosos.
Este juguete puede regalarse a un niño pequeño que pueda pasar fácilmente de estar sentado a estar de pie. Deben tener buen equilibrio. Y caminar, o al menos empezar a dar sus primeros pasos. Esto suele ocurrir en torno a los 10 o 12 meses. Es aconsejable no ofrecérselo demasiado pronto. Los niños tienen que controlar sus propios movimientos y los del juguete. Si se desequilibran, corren el riesgo de ser arrastrados por la inercia y la velocidad del juguete. Esto podría provocar que corrieran detrás y cayeran al suelo.
Al avanzar con él, retroceder, subirse y empujarlo, los niños fortalecen sus músculos. Esto se aplica tanto a la parte superior del cuerpo como a las piernas. Los bebés también mejoran su motricidad fina. En tercer lugar, también mejoran la coordinación de sus movimientos.
Cuando los niños juegan con ellos, siempre deben tener cuidado de no caerse del juguete. Los bebés necesitan colocar correctamente los pies y las piernas. Reforzar su estabilidad corporal les beneficiará cuando aprendan a caminar erguidos. Gracias a esta nueva habilidad, ganará en confianza. Esto le animará aún más.
Evidentemente, son una fuente de diversión y juego para los niños. Crean juegos de imitación. Los bebés inventarán historias y serán otra persona. En el manillar de nuestros juguetes, los niños pequeños pueden imaginarse que son pilotos de carreras. El carrito y el correpasillos también ayudan a reforzar sus habilidades interpersonales. Aprenden a jugar con otros amiguitos. Sus múltiples situaciones de juego serán fuente de risas, compartir, apoyo mutuo, competición y frustración. Al final, mejorarán su capacidad para hablar y comunicarse.
Al divertirse con ellos, los niños pueden tomar sus propias decisiones sobre dónde ir en su zona de juego. Son ellos los que deciden lo que quieren hacer. El correpasillos y el carrito andador también le ayudan a tomar conciencia de sus actos. Pronto se dan cuenta de que lo que hacen tiene consecuencias para ellos y para los demás. Si giran demasiado deprisa, pueden caerse. Si van demasiado deprisa, pueden hacerse daño. Todo esto le ayuda a ser consciente de sus errores. Y a entender cómo corregirlos. Estos pequeños bólidos también desarrollan en el bebé la comprensión de su propio espacio. A medida que se desplazan, tienen que controlar su velocidad a toda costa, adaptar sus trayectorias y evitar caerse. Esto les ayuda a mejorar su sentido de la orientación.
Los carritos andadores de bebé desarrollan mejor el equilibrio, la motricidad fina y las habilidades interpersonales. Los correpasillos bebé desarrollan preferentemente la motricidad gruesa, la coordinación de movimientos y el sentido de la orientación. Todas estas habilidades recién adquiridas serán muy beneficiosas para el futuro desarrollo de los niños pequeños.
Muy juguetones, no deben enfrentarse entre sí. Al contrario, deben combinarse. Por eso es una buena idea ofrecer un juguete progresivo con ambas funciones en una. Como nuestras gamas de correpasillos para moto, quad, coche y avión. Para que los padres no tengan que comprar dos juguetes diferentes.
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229 euros
No deben confundirse con los andadores. Los andadores son objeto de mucha controversia. Los andadores son inútiles y potencialmente peligrosos. Hay que evitarlos a toda costa.
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