A partir del 1 de enero de 2021, Francia obliga a introducir un índice de reparabilidad. Se trata de una nota que los fabricantes deben colocar en determinadas categorías de productos de consumo. El objetivo es animar a los fabricantes a diseñar productos más fáciles de reparar y más duraderos, y a reducir la cantidad de residuos. Actualmente, los juguetes infantiles no están cubiertos por este índice de reparabilidad. En Francia, 40 millones de muñecas, figuritas, coches de juguete, rompecabezas, juegos de mesa y otros juegos de construcción acaban cada año en la basura. Entonces, ¿qué hay de un índice de reparabilidad para los juguetes infantiles?
Es obligatorio en Francia desde el 1 de enero de 2021 para televisores, smartphones, ordenadores portátiles, cortacéspedes, lavadoras, lavavajillas, aspiradoras y limpiadoras de alta presión. Permite a los consumidores evaluar la posibilidad de restablecer el funcionamiento de un aparato tras una avería o un mal funcionamiento. La puntuación oscila entre 0 y 10. Cuanto más alta es la puntuación, más reparable es el producto. También se asocia a esta puntuación un código de colores, que va del rojo (no reparable) al naranja, amarillo, verde claro y verde oscuro (muy reparable).
La puntuación la calcula el fabricante basándose en los criterios establecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica. Tiene en cuenta la disponibilidad y el precio de las piezas de repuesto, la facilidad de desmontaje y la disponibilidad de documentación técnica. Así como otros muchos criterios específicos de cada aparato. Este índice debe figurar en el embalaje o en la ficha descriptiva de los productos comercializados en Francia. Hasta la fecha, este criterio sólo se utiliza en Francia.
Previsto en la ley contra los residuos para una economía circular, el índice de reparabilidad pretende informar mejor a los consumidores sobre el grado de reparación de algunas de sus compras. Representa una herramienta para luchar contra la obsolescencia programada de los productos y preservar los recursos naturales necesarios para producirlos. También pretende animar a los fabricantes de equipos electrónicos a mejorar la vida útil de sus productos. Diseñando objetos más fáciles de reparar y más duraderos, con el fin de reducir la cantidad de residuos.
Actualmente no existe un índice de reparabilidad para los juguetes y juegos infantiles. Estos incluyen juguetes de aprendizaje temprano y habilidades motoras, juegos de construcción, juegos de mesa, juegos educativos y creativos, juguetes de imitación y peluches. Hoy en día, demasiados juguetes no pueden desmontarse ni repararse, y mucho menos reciclarse. A la primera señal de desgaste o rotura, simplemente hay que tirarlos a la basura. Esto es especialmente cierto en el caso de los juguetes y juegos de plástico.
La gran mayoría de fabricantes y marcas de juguetes no proporcionan a sus clientes piezas de repuesto para sus distintos modelos. Incluso si lo hicieran, les resultaría muy complicado, ya que la mayoría de sus productos proceden del otro lado del mundo. Comprar juguetes para bebés que se puedan reparar y reciclar debería ser la forma obvia de reducir nuestra huella ecológica. ¡Para más diversión y estimulación!
La introducción de un índice de reparabilidad animaría a los fabricantes de juguetes y juegos a diseñar productos de mejor calidad. Más duraderos y más reparables. Esto tendría un efecto inmediato en la reducción de los residuos generados por los juguetes desechados. Reparar un juguete en lugar de tirarlo y comprar uno nuevo ahorraría muchos recursos naturales. También ahorraría dinero a las familias. Un índice de reparabilidad para todos los juguetes permitiría a consumidores y padres elegir con conocimiento de causa los juguetes reparables, contribuyendo así a un consumo más responsable.
Hoy en día, la única solución para quienes desean comprar juguetes más duraderos y reparables es elegir marcas que vendan productos de calidad. Y que suministren piezas de recambio y servicios de reparación. También puede optar por juguetes de madera o metal, que suelen ser más duraderos que los de plástico. ¡A la espera de que se introduzca un índice de reparabilidad para los juguetes!
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