Juguetes éticos: ¿por qué es difícil regalárselos a los niños?

1. Juguetes éticos: definición

Un juguete ético garantiza al cliente que, durante su diseño, fabricación y comercialización, se han respetado las normas de la Organización Internacional del Trabajo y los derechos humanos. Garantiza que las personas han trabajado en condiciones de seguridad e higiene satisfactorias. Que sus vidas no han corrido peligro, por ejemplo, con materias primas peligrosas. Que no se les ha obligado a trabajar. Que no ha habido discriminación por motivos de sexo o raza.

Identificar un juguete ético no siempre es fácil. Rara vez se menciona la información relativa a las condiciones de fabricación. Identificar el país de producción es uno de los trucos para saberlo. Esto da una pequeña indicación cuando esta información está disponible en la descripción del producto.

2. Los juguetes fabricados en Francia

Los juguetes fabricados en Francia ofrecen muy buenas garantías en materia de ética. Los fabricantes franceses garantizan a sus empleados condiciones de trabajo satisfactorias. Los salarios son dignos. Los niveles de protección en materia de seguridad, normas sociales y derechos son adecuados. Los juguetes fabricados en Francia son bastante fáciles de identificar. Los fabricantes suelen indicarlo de forma bien visible. Hoy en día, esto supone un argumento de venta bastante importante para una empresa o una marca comercial. Es una buena oportunidad para destacar.

Hoy en día, cada vez más personas regalan juguetes fabricados en Francia. Para los padres, son sinónimo de calidad, seguridad y cumplimiento de la normativa. Lamentablemente, solo representan el siete por ciento de los juguetes vendidos en las tiendas francesas. En Chou du Volant, fabricamos en Francia todos nuestros juguetes de madera natural con la etiqueta ecológica PEFC para bebés. Son decididamente éticos. Están hechos por adultos para niños. ¡Y no al revés! Los padres pueden regalárselos a sus hijos con total confianza.

3. Los juguetes fabricados en Europa

También ofrecen buenas garantías. En la gran mayoría de los países, los trabajadores disfrutan de condiciones satisfactorias. Sin embargo, hay que matizar esto en el caso de algunos países de Europa del Este, en particular Rumanía y Bulgaria. Ambos cuentan con una normativa laboral insuficiente. Además, los salarios son muy bajos. Como antes, los fabricados en Europa también son bastante fáciles de identificar. Es una oportunidad para que los fabricantes lo mencionen de nuevo de forma bien visible.

4. Los juguetes fabricados en otras partes del mundo

Es mucho más difícil para el cliente saber si los fabricados fuera de Europa son éticos. Por lo general, proceden de países en vías de desarrollo. A bajo precio, con un bajo nivel de vida. En nuestra opinión, es bastante complicado obtener información sobre los trabajadores de estos países. Las ONG denuncian regularmente las prácticas de algunas fábricas chinas. Los salarios son bajos, del orden de 90 euros al mes. Las condiciones de higiene y seguridad no siempre son suficientes.

Por lo tanto, conviene estar más atentos. Especialmente con los productos de bajo precio. Las marcas francesas de juguetes y, en general, las del mundo infantil, de bebés y de maternidad, no comunican nada o muy poco sobre el origen de fabricación de sus productos y accesorios. Excepto, por supuesto, sobre su producción francesa. En el caso de las marcas extranjeras, la información es aún más escasa.