Cuando se trata de la educación, la estimulación y el desarrollo de los niños pequeños, el método Montessori es la referencia. Un componente esencial en el proceso de aprendizaje es el uso de juguetes. Pero, ¿qué son exactamente los juguetes Montessori? ¿Cuáles son sus cualidades para los niños pequeños? Hablamos de ellos.
Antes de hablar de los juguetes educativos Montessori (en realidad llamados materiales), es importante recordar los principios fundamentales de este método de aprendizaje para niños. Desarrollado inicialmente por la pedagoga italiana Maria Montessori, este original enfoque educativo hace hincapié en la exploración sensorial, la independencia, la autonomía y la libertad de elección de los niños pequeños. Los juguetes Montessori se inspiran en estos principios y fomentan el aprendizaje independiente de los niños pequeños desde una edad temprana. Están diseñados para que los niños descubran y aprendan por sí mismos, sin la constante intervención de los adultos. Para que se diviertan mientras aprenden y crezcan en un mundo mejor.
Es bien sabido que los mejores juegos para los niños son los sencillos y minimalistas. Un juguete Montessori se limita a ofrecerles una habilidad cada vez. Los bebés tienen una comprensión bastante limitada del mundo que les rodea. Por eso, si se les ofrecen objetos demasiado complejos, con demasiadas tareas que completar, con demasiados colores, no entenderán cuáles son los elementos importantes de la actividad. Por ejemplo, un puzzle con cuatro o cinco formas geométricas diferentes es sencillo para un adulto. Pero para un niño que está empezando a aprender sobre motricidad, colores y formas, eso es mucha información que puede resultar abrumadora. Cuando se ofrece demasiada información, los niños no pueden ignorar los elementos esenciales de la actividad.
Comprar objetos sencillos es una buena idea cuando se trata de educación, porque es más probable que desarrollen la creatividad de los niños que los más complejos. Estos últimos tienden incluso a reducir la creatividad. Los objetos sencillos también tienen más probabilidades de fomentar el desarrollo del lenguaje en los niños pequeños durante los primeros meses de vida. Algunos de los más interesantes son los rompecabezas, los bloques de madera, los muñecos de bebé, los bloques de construcción, los juegos de construcción y los juegos de mesa.
Más allá de la sencillez del juego, la cantidad también es importante. No debes ofrecer demasiados al mismo tiempo. Hay que rotarlos, eligiéndolos cuidadosamente para trabajar distintas habilidades. Más calidad que cantidad. Es mejor tener unos pocos buenos que muchos demasiado desafiantes y complicados. Para un niño, tener demasiadas opciones en su entorno puede ser desagradable e insatisfactorio. Les resulta más difícil decidir con qué jugar. También es más difícil que se quede con un juego una vez que lo ha elegido. En lugar de concentrarse en él y disfrutarlo al máximo, pasará de un equipo a otro. Rotando su colección, los niños pequeños tendrán tiempo de explorar y aprovechar mejor todos los juegos que tienen.
Antes de los seis años, un niño pequeño no puede distinguir entre ficción y realidad. Para desarrollar una buena imaginación, los bebés primero deben aprender y comprender cómo es el mundo real. Con un juguete Montessori, pueden jugar con diferentes animales de granja, por ejemplo. Pero no con animales que conducen coches. Los juguetes Montessori son una buena forma de ayudar a los niños a aprender habilidades de la vida real que les serán útiles cuando crezcan. Los juguetes que abotonan y atan cordones y las tijeras para cortar son excelentes oportunidades para que los niños aprendan habilidades prácticas. Pero también las que demuestran una relación causa-efecto. Como una campanita que suena cuando el bebé la golpea. Un regalo Montessori fomenta el aprendizaje práctico para ayudar al niño a desarrollar su sentido de la independencia.
Los juguetes Montessori están fabricados con materiales naturales como madera, metal, goma y algodón. Además de su valor educativo, los juguetes fabricados con estos materiales ofrecen a los niños una mejor experiencia sensorial. Un juguete de madera o metal proporciona más información que uno de plástico. La madera tiene mayor variedad de texturas, olores y colores. Además, es más sana que el plástico. Sobre todo si la madera utilizada para fabricarlos es de buena calidad. El metal se siente frío al tacto al principio, pero se calienta en la mano. El plástico está siempre a la misma temperatura y no tiene sabor. Es importante elegir juguetes hechos con materiales naturales siempre que sea posible.
Los juegos y juguetes Montessori para bebés fomentan la exploración sensorial, lo que significa que estimulan sus sentidos. Suelen tener una gran variedad de texturas, formas, colores y sonidos, lo que les permite experimentar y desarrollar sus habilidades sensoriales.
Todos los juguetes Montessori requieren la participación activa y la acción del niño. Los niños aprenden haciendo una y otra vez. De este modo, cometen errores que corrigen y progresan en su aprendizaje. Los mejores juguetes para el desarrollo les permiten experimentar e implicarse activamente. No deben ser meros espectadores pasivos de sus juegos y actividades. Manipulan, construyen e interactúan, aprendiendo sobre su mundo y sus capacidades.
Un objeto vinculado a la pedagogía, al espíritu de María Montessori, anima a los niños a desarrollar su motricidad, autonomía, creatividad y curiosidad, todo ello mientras juegan. También debe darles la oportunidad de trabajar de forma independiente a su propio ritmo. Los niños más pequeños aprenden mejor cuando exploran conceptos concretos por sí mismos. Los materiales Montessori también fomentan la interacción social, no sólo el entretenimiento. La filosofía Montessori ayuda a los niños a convertirse en personas equilibradas.
Cuando hablamos de desarrollo infantil, nos viene a la mente el concepto de juguetes Montessori. Son algo más que diversión. Son una invitación a un viaje al mundo del aprendizaje autónomo. Al integrar un juguete Montessori en el mundo lúdico de su hijo, le está dando la llave de una habitación secreta donde cada objeto, cada color y cada textura tienen una historia que contar y una habilidad que transmitir. El ingenio de estos juguetes reside en su capacidad para transformarse según la imaginación del niño, permitiéndole navegar por océanos de descubrimientos, sin dejar de estar enraizado en el mundo concreto que le rodea. Lo mismo ocurre con el método Pikler.
Esta exploración lúdica va mucho más allá del simple concepto de juego. Está arraigada en una realidad en la que cada reto que asume el niño con su juguete Montessori forja no sólo su intelecto, sino también su carácter. Este viaje al corazón de la educación Montessori está jalonado de pequeños éxitos: esos momentos mágicos en los que el niño, enfrentado a un reto, encuentra en sí mismo los recursos para superarlo. Es en esta búsqueda de autonomía e independencia donde reside la verdadera esencia de los juguetes Montessori. No son meros objetos, sino compañeros de viaje. Son guías discretos que iluminan el camino para que los niños se descubran a sí mismos y al mundo que les rodea.
Hoy en día, resulta cada vez más difícil seleccionar objetos bonitos que satisfagan las necesidades y el desarrollo de los niños. Las características descritas ayudarán a los padres a tomar decisiones informadas sobre las actividades de sus hijos.
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