Los productos fabricados en Francia son muy populares hoy en día. Cada vez son más las personas que eligen productos fabricados en Francia a la hora de hacer una compra. Esto se aplica a la alimentación, la ropa, el calzado, los muebles y la decoración del hogar. Los juguetes y juegos infantiles también forman parte de esta tendencia. ¿Por qué son tan populares los productos fabricados en Francia? Aquí hablamos de ello.
Mucha gente considera que un producto francés cumple perfectamente la normativa. Es como una etiqueta. Esto es especialmente cierto en el caso de objetos de decoración, juguetes y juegos para niños. Y también es el caso de nuestros correpasillos y juguetes balancines de madera. Los padres quieren la máxima garantía de seguridad.
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Ya sea en términos de materiales o de fabricación. A menudo proceden de un rico patrimonio artesanal o industrial. A veces forman parte de nuestra historia, nuestra cultura, nuestro patrimonio. Se trata de ropa de señora y caballero, zapatos, relojes, accesorios para el hogar, cestas y moisés para bebés. La lista de productos y marcas francesas es larga.
Respetan las condiciones de trabajo. El Made in France es una excelente garantía de respeto de la legislación laboral. Para nosotros, el carácter ético de la producción no tiene precio. No siempre es así en algunos países, en el otro extremo del planeta. Esto es especialmente cierto en el caso de los juguetes. Las condiciones de fabricación son a veces inciertas. Y el desarrollo de la venta de juguetes en línea no va a mejorar las cosas. Al regalar a sus hijos juegos franceses, los padres tienen la oportunidad de adoptar una actitud más virtuosa.
Un producto fabricado y comercializado en Francia por una empresa es más respetuoso con el medio ambiente que otro fabricado en el extranjero. Recorre menos kilómetros para llegar hasta nosotros. Es una oportunidad de hacer algo por el planeta.
Comprando en Francia, quieren actuar más localmente y apoyar la economía. Creen que ayuda a mantener el empleo en las empresas francesas. Que ayuda a preservar y descubrir el saber hacer. En otras palabras, que hacen lo correcto.
Además de estas motivaciones, hay por supuesto razones más personales propias de cada individuo. Por ejemplo, para hacer valer una opción de consumo.
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